Una angioplastia con o sin un stent vascular es un procedimiento mínimamente invasivo que se realiza para mejorar el flujo de sangre en las arterias y venas del paciente. En todos nuestros procedimientos, se utilizan técnicas de imagen para guiar un catéter en forma de globo en la punta, con un tubo de plástico, el cual entra en un arteria o vena y avanza en la parte estrecha o bloqueada del sistema vascular del paciente. En ese momento el globo es inflado para abrir el vaso sanguíneo, el cual es desinflado y removido.

Durante nuestra angioplastia, un pequeño tubo llamado stent se puede colocar de forma permanente en la nueva arteria o vena para ayudarla a mantenerse abierto. Existen dos tipos de stents: limpio (stent de metal) o cubierto (también llamado injerto), los cuales pueden contener medicamentos para reducir la posibilidad de re-estenosis. Los stents se pueden inflar solos o con ayuda de un globo. Los stents cubiertos ofrecen ventajas que los stents normales no pueden y es por lo que están siendo utilizados con mayor frecuencia.

Nuestros stents cubiertos con medicamentos, acaban de ser aprobados para uso clínico en las arterias coronarias en Estados Unidos. Dichos stents están cubiertos con medicamento que se comienza a liberar lentamente para ayudar al vaso sanguíneo a que no vuelva a bloquearse.

Al final de nuestro procedimiento, el catéter se retira y se aplica presión en la incisión para detener el sangrado. Después aplicamos una venda, ya que no hay necesidad de hacer suturas. Nuestros pacientes de angioplastia deben estar acostada con las piernas estiradas por un par de horas, después de su procedimiento. En algunos casos, nuestros doctores pueden utilizar un aparato medico el cual cierra el pequeño orificio en la arteria, llamado dispositivo de cierre, el cual permite al paciente moverse más rápido.

El tiempo del procedimiento depende del tiempo que nuestro equipo medico evalúe el sistema vascular del paciente antes de cualquier tratamiento, así como la complejidad de este.